
"El rey Carlos III que es persona bastante razonable apesar de tener la fisionomia y viveza de expresión de una oveja, intentó remediar algunas de las más notables deficiencias de la ciudad. Madrid es una villa bastante grande, de más de 150.000 habitantes y de una fealdad realmente sublime. Tiene fama de ser la ciudad más sucía, pestilente y vocinglera de Europa. (...)
Carlos III encargó las reformas de Madrid a don Francisco Sabatini.
Sabatini hizo construir alcantarillas, cloacas y excusados para 14.000 viviendas; ordenó que las basuras se colocaran en lugares determinados en lugar de arrojarse sin otros miramientos a la via pública; dispuso construir aceras con cargo a los propietários de las viviendas; prohibió el deambular por las calles de cerdos y outros animales; mandó instalar 2.000 farolas públicas (...). Tantos câmbios causaran vértigo en el buen pueblo de Madrid que se sentia feliz entre la mierda y las tinieblas. Se inició una revuelta sediciosa bastante grave encabezada por un cura y las turbas apedrearan con entusiasmo las farolas hasta no dejar una sana, amén de intentar asaltar la casa de Sabatini para castigarle por su osadia higiénica..."
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