Carolina de Beauregard (Condesa de Montoro), que se correspondeu assiduamente com Voltaire na segunda metade do século XVIII, apresenta assim a cidade de Madrid e os esforços do rei que foi higienicamente muito "ousado":
"El rey Carlos III que es persona bastante razonable apesar de tener la fisionomia y viveza de expresión de una oveja, intentó remediar algunas de las más notables deficiencias de la ciudad. Madrid es una villa bastante grande, de más de 150.000 habitantes y de una fealdad realmente sublime. Tiene fama de ser la ciudad más sucía, pestilente y vocinglera de Europa. (...)
Carlos III encargó las reformas de Madrid a don Francisco Sabatini.
Sabatini hizo construir alcantarillas, cloacas y excusados para 14.000 viviendas; ordenó que las basuras se colocaran en lugares determinados en lugar de arrojarse sin otros miramientos a la via pública; dispuso construir aceras con cargo a los propietários de las viviendas; prohibió el deambular por las calles de cerdos y outros animales; mandó instalar 2.000 farolas públicas (...). Tantos câmbios causaran vértigo en el buen pueblo de Madrid que se sentia feliz entre la mierda y las tinieblas. Se inició una revuelta sediciosa bastante grave encabezada por un cura y las turbas apedrearan con entusiasmo las farolas hasta no dejar una sana, amén de intentar asaltar la casa de Sabatini para castigarle por su osadia higiénica..."
18 August 2009
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment